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¿CÓMO ELEGIR UN BUEN ENTRENADOR?





Cuando se busca un entrenador para prepararse físicamente, es importante seguir ciertas pautas para asegurarse de que esté bien cualificado y pueda brindar una experiencia de entrenamiento efectiva y segura. Aquí hay algunos aspectos clave a considerar al seleccionar a un entrenador:


1. Entender el propósito y la meta: Antes de buscar un entrenador, es fundamental comprender el motivo por el que se desea entrenar y prepararse físicamente. Determinar los objetivos específicos del entrenamiento, como mejorar la condición física general, ganar fuerza, perder peso o prepararse para un evento deportivo, permitirá encontrar un entrenador que se ajuste mejor a las necesidades individuales.


2. Cualificaciones y experiencia: Es esencial que el entrenador cuente con una formación sólida en ciencias del entrenamiento físico. En el caso de prepararse para alguna actividad física específica, como un deporte, se prefiere que el entrenador tenga conocimientos técnicos sobre el mismo. Idealmente, el entrenador debería ser titulado y contar con una formación formal en ciencias del ejercicio, fisiología y otras áreas relacionadas. La experiencia en el campo también es valiosa, ya que un entrenador con años de práctica tiene un conocimiento más amplio y sólido para guiar a sus clientes.


3. Evaluación integral de salud: Una evaluación exhaustiva del estado de salud del individuo es fundamental antes de comenzar cualquier programa de entrenamiento. Esta evaluación debe considerar aspectos físicos, mentales, ambientales y nutricionales. Conocer el estado de salud general ayudará al entrenador a adaptar el programa a las necesidades y limitaciones específicas de la persona, minimizando el riesgo de lesiones y asegurando un progreso efectivo.


4. Importancia de la programación: Un buen entrenador debe ser capaz de diseñar un programa de entrenamiento personalizado y bien estructurado. La programación adecuada garantiza la progresión continua y ayuda a alcanzar los objetivos establecidos de manera sistemática y segura. Sin una programación adecuada, el entrenamiento puede ser ineficiente y aumentar el riesgo de agotamiento o lesiones.


5. Coherencia entre discurso y práctica: Un buen entrenador debe reflejar física y mentalmente los principios que predica. Ser un ejemplo de vida activa y saludable inspirará a los clientes y creará confianza en sus habilidades. Es importante que el entrenador esté comprometido con su propia salud y bienestar, viviendo su "porqué" y transmitiendo su pasión por el entrenamiento.


6. Profesionalismo: La profesionalidad es una cualidad esencial que debe tener el entrenador. Algunos ejemplos de lo que NO se debe hacer como profesional incluyen llegar tarde a las sesiones, cambiar constantemente los horarios sin previo aviso, distraerse mirando el celular durante las sesiones, tocar inapropiadamente al cliente, no explicar adecuadamente el enfoque del entrenamiento y adentrarse en áreas de competencia exclusivas de otros profesionales, como la nutrición o la rehabilitación.


En conclusión, elegir un buen entrenador físico es un proceso que requiere considerar varios aspectos clave. Un entrenador bien cualificado, comprometido, profesional y centrado en la programación adecuada garantizará una experiencia de entrenamiento satisfactoria y segura, ayudando a los individuos a alcanzar sus objetivos de forma eficiente. La relación entre el entrenador y el cliente debe basarse en la confianza, el respeto mutuo y la comunicación abierta para obtener los mejores resultados.

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